Las invitaciones de boda suele ser el primer contacto de los novios con los invitados, por lo tanto es muy importante no solo que su diseño sea el correcto, sino que la invitación les recuerde a los invitados quienes son los novios. Es por ello, que cada vez más son los prometidos que personalizan sus invitaciones.
Podemos optar desde invitaciones con fotos de los novios cuando eran pequeños, montajes de los novios como si fueran los protagonistas de una novela romántica,y también, y aunque en menor medida, el avance de las nuevas tecnologías está permitiendo abandonar el papel y optar por invitaciones electrónicas.
Sea como fuere, siempre es recomendable que las invitaciones reflejen la personalidad de la pareja, ya que una invitación original puede darnos ventaja en cuanto al éxito de la boda. Es usual que muchas parejas, sobretodo la novia, opten por combinar las invitaciones con varios elementos decorativos de boda, bien es verdad que no es necesario, sin embargo es un símbolo de elegancia y de gusto por el detalle.
En muchas ocasiones, pensamos que una invitación recargada puede llegar a sorprender más, pero nada más lejos de la realidad, ya que como dice el dicho; Menos es más. Por lo tanto, elegancia y sencillez, y por supuesto personalidad, es algo que no puede faltar en nuestras invitaciones.