Este tipo de bodas está muy presente en los países anglosajones y por lo tanto ellos nos llevan ventaja. Fueron los primeros en organizar esta clase de ceremonias denominadas «ecológicas o sostenibles».
En la actualidad, y en nuestro país, aun sin llegar a otorgarle el nombre de bodas sostenibles, son cada vez más las parejas que aun organizando una boda tradicional, buscan que su boda sea lo más respetuosa posible con la naturaleza.
Se trata de conseguir que el enlace sea lo menos destructible posible con el entorno más cercano y con el medio ambiente en general. De esta forma, los contrayentes muestran su compromiso ecológico.
Uno de los detalles que destaca es el tipo de invitación. No se realiza por los medios tradicionales como es el papel, si no a través de una sencilla invitación electrónica, o si deciden que sea en papel, deberá ser reciclado.
Tanto el traje del novio como el vestido de la novia deberán ser confeccionados con tejidos orgánicos o seda y todo ello producido de manera sostenible. Otra opción es comprar los trajes de segunda mano o reutilizar un traje que ya se tenía, o simplemente alquilarlo.
No debemos olvidarnos del medio de transporte que se usará en estas bodas, que se deberá cuidar especialmente. Un ejemplo es el traslado de los invitados en autocar, evitando así el uso de automóviles y por lo tanto el exceso de contaminación. En el caso de que sean imprescindibles lo ideal es que sean eléctricos, siempre contaminan menos.
El ramo de la novia deberá estar confeccionado con flores que deberán ser orgánicas, silvestres o plantas aromáticas.