Siguiendo la línea sobre la que estábamos hablando ayer, los novios deberán asistir en sus respectivas parroquias a cursillos y charlas de orientación familiar y prematrimonial.
El ceremonial de una boda está sometido a varios aspectos y circunstancias diferentes, por lo que no se puede hablar de que exista una uniformidad. Todo incluirá los contrayentes, la familia, el lugar, las tradiciones…
Por tanto cuando hablamos de protocolo en una boda religiosa incluiremos desde la llegada y recepción de los novios a la iglesia, hasta la colocación en el altar.
El coche, que previamente ha sido adornado, pasará a recoger a la novia que irá acompañada del padrino. Los adornos florales del coche suelen colocarse en las manecillas de las puertas delanteras y traseras, acompañado de un ramo de flores en la bandeja trasera interna del coche.
El novio llegará por otro lado acompañado de la madrina y al menos con cinco minutos de antelación a la llegada de la novia. El novio junto a la madrina por tanto serán los primeros en llegar a la ceremonia y esperarán pacientemente la llegada de la novia en el altar.
Los invitados podrán ir entrando y colocándose si tienen asientos designados para ellos, si no los tienen se colocarán siguiendo el sentido común, es decir, se ubicarán en los asientos más cercanos a los contrayentes y los familiares de su círculo más cercano, abuelos padres, hermanos y cuñados.