Cada día vemos en más y más bodas fantásticas esculturas de hielo que adornan mesas en la bodas. Sin dua se trata de una moda o tendencia que cada vez está cobrando más y más fuerza en este maravilloso mundo.
Las esculturas de hielo aportan un toque de elegancia, distinción y un aire mágico a un día y momento tan especial para dos personas. Como en todo, son muchas y de muy diversos modelos las creaciones en hielo que podemos encontrar.
Si vosotros, como novios, optáis por esta tendencia que sepaís que existen empresas que se dedican única y exclusivamente a este servicio y que son ellas las que se encargan de colocar, montar y desmontar, una vez terminado el banquete este tipo de esculturas.
Las hay muy originales, desde esculturas que recuerdan a las carrozas de princesas de cuentos de hada,
pasando por «neveras» para mantener fresquitas las bebidas
o incluso una escultura, que es una de mis favoritas, y se trata de la tradicional y mítica figura de hielo de dos cines que se están dando un beso y simulan con sus cuellos un gran corazón
Ya dependiendo del gusto de los novios, estos pueden optar por colocarlas en la mesa presidencial, en diferentes mesas repartidas por todo el salón donde se va a celebrar el banquete o si lo prefieres, pueden colocar en el momento de la barra libre una mesa que soporte la creación en hielo como protagonista indiscutible del momento y que la rodeen bebidas e incluso un pequeño aperitivo para ese momento de la celebración en el que estamos bien comido pero necesitamos un pequeño picoteo para soportar el ejercicio físico que supone el baile. Si a este fantástico escenario le sumáis que la estructura que la soporte sea de metacrilato y que le acompañen y adornen luces, seguro que el resultado no dejará indiferente a nadie.
Es una idea, además, muy adecuada y conforme tanto para bodas celebradas en los meses de verano, pues da un toque refrescante como en las bodas celebradas en invierno, aportando, como hemos dicho al principio mucha distinción.