Para tu boda, las damas de honor son un gran apoyo. Son un elemento muy importante que tenemos que elegir con cuidado y en el momento oportuno. Pero, ¿cómo se lo decimos?
Hay que elegirlas sólo con una cosa por delante de todas: tu corazón. Ya que van a ser una pieza clave y significa mucho para vosotras, el momento de hacer la pregunta tiene que ser un momento mágico y especial, pertinente a la importancia que se merece.
Os voy a dar algunas ideas:
– Invítalas a comer a un restaurante, y en sus platos coloca los sobres con las invitaciones personalizadas, donde aparecerá la pregunta del millón «¿quieres ser mi dama de honor?».
– Reúnelas en una casa rural o incluso en un spa. Lo importante es decirlas que vais a pasar unos días juntas, sólo vosotras. Entonces cuando llegue la noche, tendrán todas en sus camas las tarjetas con la pregunta. No olvides la botella de cava para la posterior celebración.
– Si entre ellas no se conocen mucho o alguna no se lleva bien, no pasa nada. Queda con ellas por separado, cada una tendrá su tarde especial, y una caja-regalo, que también contendrá el sobre con la pregunta.
– Si tienes a tus amigas lejos de ti físicamente por las circunstancias que sea, graba un vídeo especial y emotivo, que las conmueva, y que no te puedan decir que no de ninguna manera.