Ayer se me olvidó mencionar un asunto relativo a los asientos. En algunos casos, los primeros bancos se dejarán para los testigos de la boda, que son uno de los elementos claves de la ceremonia.
Algo muy práctico para guiar a los asistentes a la ceremonia es preparar el «misal». Este es de, alguna forma, la guía que permitirá a los invitados seguir el desarrollo de la ceremonia religiosa. Puede resultar muy original hacer un «misal» para las bodas civiles, en el caso de que requiera la participación de los invitados.
Aunque suele ser más típico en las bodas religiosas, a continuación describimos unos sencillos pasos para preparar uno para cualquier otro caso:
– En la cubierta hay que poner los nombres de los novios, la fecha y el lugar de la celebración.
– Hablar con el sacerdote para que aclare el orden de las lecturas y poder reflejarlas en las hojas interiores.
– Si se decide incluir música o algún cántico también hay que indicarlo.
– Si se eligen amigos o familiares para leer el texto, hay que indicarlo debajo de cada párrafo. Lo mismo si se quiere hacer una sorpresa.
– Finalmente, en las últimas hojas se pueden añadir unas frases de agradecimiento a los invitados.