Si pensamos en alguna situación estresante, seguro que nos vienen a la cabeza los preparativos de una boda, y es que realmente es un trabajo tedioso, aunque obviamente el resultado es satisfactorio. Sin embargo cada vez es más habitual delegar parte de la preparación de una boda en un profesional; un organizador de bodas o un » wedding planner», que nos permite reducir el estrés que provocan los preparativos, y poder disfrutar más de los meses que preceden a la boda. Asimismo, puede ayudar a aquellas novias que no tienen las ideas muy claras, aconsejando que aspectos serían más recomendables o más prescindibles.
Una idea muy importante es que el organizador no decide por ti, sino que da forma a tus ideas, modificando sólo aquellas ideas que previamente consultadas, deciden ambos, organizador y novios, que no es adecuada. Para que la relación entre organización y pareja sea buena, es necesario que los novios tengan la mente abierta, y que confíen en el organizador.
Para tomar la decisión correcta sobre que organizador elegir, podemos optar por varias opciones y entrevistar a todos aquellos que nos interese, siendo conveniente seleccionar aquel organizador/a con el que más identificados nos sintamos, con el que pensemos que vamos a entendernos mejor, para que los problemas en el proceso nupcial sean mínimos.