La música es un elemento central en todas las bodas, está presente tanto en la ceremonia, como en la fiesta después del banquete.
Con respecto a la ceremonia, debemos diferenciar si es una ceremonia religiosa o es una boda civil, ya que la música es ligeramente distinta. En la iglesia suele ser música más tranquila y tradicional, habitualmente religiosa; aunque se podrá negociar con el párroco si deseamos poner otra música. En las ceremonias civiles, no es común utilizar música religiosa, seguramente tendremos más libertad para la elección de esta.
La música también nos permite crear ambiente en el momento de la presentación de los novios, en esta ocasión podremos elegir la música que más nos defina, e incluso hacer algún guiño a los invitados utilizando música graciosa, o que haya marcado algún momento especial entre los novios y los invitados.
En la música de la fiesta que sigue al banquete, es cuando podemos deplegar todo nuestro ingenio, para conseguir divertir a los invitados, y que la fiesta sea lo más animada posible. Una duda esencial, es si vamos a contratar a un DJ, o bien música en directo. Para lo último es recomendable escuchar primero al grupo, y no sufrir un desengaño al escucharles por primera vez en nuestra boda. Para la elección del DJ lo más conveniente es buscar varios, entrevistarnos con ellos, y preguntarles por su trabajo habitual, por lo que suelen hacer, y cual es su repertorio. Otro aspecto importante es la calidad de su música, es decir, equipos, altavoces, etc.
Sea lo que sea, en la variedad está el gusto, por tanto, combina distintos tipo de música, para que la fiesta no sea muy repetitiva y todo el mundo se sienta integrado.