Tratándose de un blog relacionado con temas de bodas y, como no podía ser de otra manera, es inevitable y obligatorio que dediquemos un post al enlace matrimonial que tuvo lugar el pasado viernes en la abadía de Westminster ¿Y qué es lo que más da que hablar en un evento como el que se vivió en Londres? Efectivamente, el vestido de la novia, Kate Middleton.
Se trata de un vestido clásico, de los que nunca pasan de moda, en color marfil y blanco. El escote es en forma de corazón y sobre él se superpone un cuerpo de encaje francés de manga larga. Se caracteriza por ser ajustado a la cintura pero acolchado en las caderas, inspirado en la tradición victoriana de corsetería, rasgo característico de los diseños de Alexander McQueen.
Los zapatos fueron realizados a mano por el equipo de Alexander McQueen y bordados a mano por la Real Escuela de Costura.
Tal y como vimos, la novia también optó por llevar velo, de tul suave y con un reborde de flores bordadas a mano por la anteriormente mencionada Real Escuela de Costura.
Kate Middleton a la llegada a la Abadía de Westminster
A mí personalmente me encantó, era clásico, sencillo y muy elegante. Una cosa si es cierta, va a ser el vestido más imitado por miles de novias futuras, aunque creo que este tipo de trajes con manga y cuerpo de encaje es más apropiado para los meses que denominamos, intermedios, es decir, marzo, abril, octubre y noviembre.
Esta boda real inglesa, pasa a encabezar la lista de las bodas de famosos más bonitas, tanto por los novios, como por la decoración de la Abadía elegida por la propia Kate.
Aquí os dejo con algunos de los modelos similares al que lució Su Alteza Real Duquesa de Cambridge:
encontré esta página y ya no tengo que buscar por otras partes. tiago azevedo