Organizar una boda es algo muy complejo que requiere mucho esfuerzo y buen gusto a la par que requiere mucho tiempo y hay que tener dotes organizativas y de mando para conseguir que todo salga como nos hemos propuesto y disfrutemos de este día al cien por cien. Puede que nosotras seamos muy mañosas y contemos con estas cualidades pero a lo mejor no tenemos el tiempo disponible que requiere organizar tantos detalles, o que confiemos algunos de estos detalles a familiares que creemos que pueden hacer esta tarea bien… Allá cada una… aunque a veces la mejor opción es contratar a un organizador de bodas. Piensa que tus familiares van a querer disfrutar del día de tu boda tanto como tú, y si quieres que nadie se despiste y todo salga según lo planeado vas a estar en tensión o a cargar a algún familiar con la responsabilidad de tener que estar pendiente de todos los detalles.
Contratar a un organizador de bodas te alivia de esa responsabilidad. Tú solo tienes que encargarte de disfrutar y de vivir este momento que dura tan poquito y que vas a recordar el resto de tu vida.
Para delegar toda esta responsabilidad debéis contar al coordinador vuestro sueño de boda, explicando y detallando todo lo que os preocupa del evento. El coordinador tendrá que hacerse cargo de cada uno de los pequeños detalles (pero cruciales) que tiene una boda y sobre él caerá a partir de ese momento toda la responsabilidad. Principalmente las tareas de un organizador de bodas son:
Asistencia personal durante el arreglo de la novia
• Creación del itinerario a seguir durante la boda.
• Coordinación del evento de principio a fin, desde que se arregla la novia hasta que se va el último invitado de la boda.
• Coordinación de logística y supervisión con todos los proveedores
• Supervisión de todos los detalles para la boda.
• Verificar que la decoración este a tiempo para la ceremonia y la recepción.
• Asegurar que el ramo y está a tiempo para la ceremonia
• Dirigir la sesión fotográfica para que se hagan todas las fotos que se tienen que hacer.
• Organizar que los pétalos, las burbujas, la pirotecnia o cualquier detalle estén a tiempo.
• Supervisión del banquete, que este sea servido en tiempo y forma
• Organizar el Brindis
• Coordinación de tiempos de música para el primer baile novios y con sus padres.
• Organizar el ramo y la liga
• Supervisión del fin de la fiesta.
Muchas personas creen que tener un coordinador de boda es un gasto prescindible, sin embargo vale la pena si pensamos en el descanso y tranquilidad que nos brinda. Es más, recurrir a los servicios de esta figura para ayudarnos a planificar la totalidad de la boda puede revertir en un importante ahorro en el precio final de la boda pues pondrá a nuestra disposición su experiencia y conocimientos, así como una lista de potenciales proveedores.