En el corazón de la ciudad de Zaragoza, en el hotel Boston…; su magnífico hall de 2.500 metros cuadrados constituye el marco perfecto para la bienvenida de los novios y de todos sus invitados.
Somos especialistas en la celebración de banquetes; más de quince años de experiencia nos avalan.
Unimos esfuerzos para lograr un sello de calidad, símbolo de distinción en la celebración de un día único para unos anfitriones que confían en nosotros:
– Ofrecemos elegantes salones, decorados con los mejores materiales, donde las rosas rojas lucen protagonistas en una espectacular decoración floral.
– Atención personalizada por parte de nuestra comercial de banquetes, maître, jefe de sala y director de restauración, que cuidan con mimo y exigencia hasta el más mínimo detalle para que el banquete de tu boda salga perfecto, tal como has soñado.
– No cobramos fianza porque depositamos en nuestros clientes la misma confianza que ellos nos demuestran; se lo merecen.
– El jefe de cocina es un artista que busca en la creación de sus platos el equilibrio perfecto entre las últimas tendencias culinarias, los sabores tradicionales de toda la vida, y una materia prima de primera clase.
– En una constante búsqueda de la perfección, huimos de la repostería industrial; nuestro maestro pastelero elabora unos postres únicos, capaces de deleitar los paladares más exquisitos.
– Ponemos a su disposición un parking para autobuses, así como un parking propio con capacidad para 200 vehículos, gratuito para los novios y familiares más cercanos.
– Regalamos a nuestros novios una habitación para su noche de boda y un desayuno elegido previamente por ellos, y servido en la misma habitación.
– Como colofón a una noche inolvidable,entregamos a los novios una tarjeta regalo: «noche de primer aniversario», que incluye el especial desayuno buffet servido en el salón Kalambo.
Agradecemos a nuestros clientes la confianza depositada en nosotros.
Somos conscientes de la importancia de ese día tan especial, y por ello ponemos todo nuestro empeño, energías y cariño para superar las expectativas que «nuestros» novios tienen puestas en el Hotel Boston.