Ceremonia de las velas (II)

Ayer os dimos la idea en un post de incluir en vuestro enlace, ya sea civil o religioso, la ceremonia de las velas. Os dimos las pautas que teníais que seguir si optábais por ella, y como os dijimos, en este post os facilitamos el texto que la persona que elijáis debe leer. El texto lo puede leer un amigo o familiar. Si queréis también lo puede leer el celebrante en el caso de las bodas civiles y el sacerdote en las bodas religiosas. Esperamos que os sirva:

ESTE ES EL TEXTO DE LA CEREMONIA DE LAS VELAS ADECUADO PARA BODAS CIVILES:

A continuación los novios van a celebrar un ritual que igual
algunos de vosotros no conocéis aún: la Ceremonia de la
Vela, también conocida como Ceremonia de la Luz o
Ceremonia de la unidad. (nombre de la novia) y (nombre
del novio), tomad cada uno vuestra vela.

Esa vela que os ofrecen vuestros padrinos simboliza el
pasado, lo que habéis sido hasta el día de hoy: dos
personas independientes y libres, de gran fortaleza, llenos
de ilusiones y planes de futuro. Y habéis decidido uniros en
matrimonio, juntar vuestras llamas en una sola que arderá
con más fuerza e ilusión aún, representando el compromiso
del uno con el otro.

Cada año, cada mes, cada día, os recordará la promesa de
amor que os hacéis hoy ante todos estos testigos: vuestros
seres queridos, vuestros familiares y amigos. Cogeos de la
mano y encended juntos la vela que os guiará y
acompañará a lo largo de toda vuestra vida de pareja.
(Pausa mientras los novios encienden la vela).

Esta vela formará parte del matrimonio de (nombre de la
novia) y (nombre del novio). Encendedla cuando lleguen los
momentos difíciles, los desencuentros, y quizás consiga
alumbrar vuestro camino, ya que su llama os recordará la
felicidad que sentís hoy y la fortaleza de vuestro amor. Y
cuando hayáis recuperado la sonrisa, apagad la llama
juntos.

Prendedla también cuando lleguen buenas noticias, porque
así rendiréis tributo a vuestro matrimonio. Recordad a
todos los que hoy estamos aquí, porque compartiremos esa
alegría con vosotros.

Os deseamos que sólo tengáis que encender esta vela por
las muchas alegrías que os reserva el destino, pero si
tuvierais que hacerla brillar en momentos de tristeza,
aprended a superar, apoyado el uno en el otro, los
obstáculos que puedan aparecer en vuestro camino.

En este momento, una vez encendida la vela del día de
vuestra boda, en vuestras manos está dejar también
prendidas las velas del pasado, que os recuerdan que
seguís siendo personas únicas y singulares dentro de esta
unión; o podéis extinguir sus llamas y dejar que la luz de la
gran vela os represente a los dos a partir de ahora.

ESTE ES EL TEXTO DE LA CEREMONIA DE LAS VELAS ADECUADO PARA LAS BODAS RELIGIOSAS:

A continuación, los novios quieren celebrar lo que se
conoce como Ceremonia de la Vela o Ceremonia de la Luz.

(Nombre de la novia) y (nombre del novio), tomad cada
uno la vela que os ofrecen vuestros padrinos. Simbolizan
vuestro pasado, lo que habéis sido hasta el día de hoy:
dos personas independientes y libres, de gran fortaleza,
llenos de ilusiones y planes de futuro.

Ya en el sacramento del bautismo, vuestros padres
encendieron un cirio por vosotros para que la gracia de
Dios os iluminara en el camino de la vida y, al mismo
tiempo, os encomendara la misión de ser luz del mundo.
Esa luz os ha traído hoy hasta aquí, una llama que
representa la sabiduría y el don del Espíritu Santo.

(Nombre de la novia), (nombre del novio), vosotros habéis
decidido uniros en santo matrimonio y juntar vuestras
llamas en una sola que arderá con más fuerza e ilusión
aún, en representación de vuestro compromiso ante Dios.

Cada año, cada mes, cada día, os recordará la promesa de
amor que os hacéis hoy en la casa del Señor y con
vuestros familiares y amigos como testigos de ello.
Cogeos de la mano y encended juntos la gran vela que os
guiará y acompañará a lo largo de toda vuestra vida
cristiana como marido y mujer. (Pausa para que los novios
enciendan la vela de la boda).

Esta vela formará parte del matrimonio de (nombre de la
novia) y (nombre del novio). Encendedla en vuestro hogar
cuando lleguen los momentos difíciles, los desencuentros,
y quizás consiga alumbrar vuestro camino, ya que su
llama os recordará la felicidad que sentís hoy y la
fortaleza de vuestro amor. Cuando hayáis recuperado la
sonrisa, apagad la llama juntos.

Prendedla también cuando lleguen buenas noticias,
porque así rendiréis tributo a vuestro matrimonio. Ojalá
sólo tengáis que encender esta vela por las muchas

alegrías que os reserva la vida, pero si tuvierais que
hacerla brillar en momentos de tristeza, aprended a
superar, apoyado el uno en el otro, los obstáculos que
puedan aparecer en vuestro camino.

En este momento, una vez encendida la vela del día de
vuestra boda, podéis extinguir las llamas de vuestras
velas del pasado.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *