Si eres una novia que estás cansada de lo común y de lo corriente y quieres romper el marco de los «cánones» que estipula una boda, ¿qué te parece si tomas nota de esta idea que te proponemos? ¿Qué te parecería llevar el día de tu boda un ramo de novia, no de flores, sino de cristales de Swarovski? ¡No me digas que no es bonito!.
Si lo pensáis detenidamente veréis que hay muchas ventajas en esta clase de ramos. Para empezar, seguro que van a pesar mucho menos de lo que lo hacen los ramos de flores de hoy en día. Además, si el vestido de novia es sencillo le dará al look nupcial un toque de brillo y luminosidad. Si, por el contrario, el vestido es un vestido con pedrería ayudará a hacer que las pedrerías brillen aún más.
En el momento de entrar en la iglesia, todos los focos de la iglesia están enfocando a la novia, que brillará más que nunca si en su mano porta un ramo de cristales.
Y la mejor ventaja que tiene es que el ramo de novia puede convertirse en una joya de familia. Los ramos de novia tradicionales tienden a desaparecer, o como mucho, terminan secados en alguna caja de zapatos en un rincón de alguna habitación.
Este ramo lo puedes tener en una vitrina, que hará precioso, y el día que se case una hija o familiar, puede utilizarlo y hacer que pase de generación en generación. Es una inversión a largo plazo.
¿Os ha gustado la idea? A mí me ha encantado y por eso la hemos querido compartir con todas vosotras.
Aquí tenéis un ejemplo de lo que os estamos hablando: