Sin lugar a dudas una boda es una de las celebraciones mas importantes dentro de una familia. Es, sin lugar a dudas, un momento de alegría y por eso, son muy importantes las personas que acompañan a los grandes protagonistas en ese día, los novios.
Así pues, los familiares, o amigos más cercanos en esos días, son, sin lugar a dudas, el padrino, la madrina y los testigos del enlace matrimonial. Tradicionalmente, el padrino siempre ha sido el padre de la novia y la madrina la madre de la novia. Si bien es cierto, que hoy día quedó atrás esa simbología de protección que estos personajes adquirían para dar paso a una elección un tanto más afectiva como pueden ser hermanos, hermanas o incluso amigos o amigas.
El padrino, y los testigos, por su importante papel, deben cuidar escrupulósamente su forma de vestir. Si el novio lleva chaqué entonces, tanto el padrino como los testigos están obligados a llevarlo también. Si, por el contrario, el novio no lleva chaqué, sino traje de novio, entones ni padrino ni testigos podrán llevar chaqué.
La vestimenta de la madrina es de una mayor libertad a la hora de seleccionar su atuendo. Según el protocolo de bodas, y como más o menos ya sabemos todos, si la boda se celebra por el día la madrina puede optar por llevar un vestido corto y si la boda, es una boda de noche, entonces debe llevar un traje de fiesta largo. En cuanto al peinado, existen flexibilidad, ya dependiendo de las zonas y regiones, por eso, podría quedar a discreción de la madrina el uso de peinetas o mantillas en la boda. Debe ir siempre muy elegante.
Los testigos, que realizan la función de certificar y dar fé de que se ha celebrado el acto, deben ser, como mínimo, uno por cada cónyuge, tanto para las ceremonias civiles como para las religiosas. Deben vestir con etiqueta similar al novio, pero nunca «haciéndole sombra», es decir, que porten más etiqueta que el propio novio.