Un aspecto muy importante a la hora de organizar una boda son los preparativos de la denominada luna de miel. Aunque cuando hablamos de boda, parece que siempre nos centramos en el día concreto y todo lo que esas horas acarrea, la luna de miel, que parece que ya no forma parte de este día, también se tiene que organizar junto con el resto de preparativos de este día tan especial.
Son muchos y muy variados los destinos que son ofrecidos para los novios, desde playa, montaña, relax, etc. Se consideran unos días de tranquilidad y relax pero ¿por qué se llama luna de miel? ¿de donde proviene esta tradición?
El origen de estos primeros días de casados apunta hacia el siglo XVI. En esta época, durante el primer mes de casados, una luna, los recién casados debían estar tranquilos y relajados disfrutando de todos los regalos que les son ofrecidos durante la ceremonia.
Además, debían estar dedicados el uno para el otro y durante este tiempo, la pareja era obsequiada con un brebaje llamado hidromiel que debían beber durante este mes puesto que se creía que aumentaba la fertilidad.
Y ese es el origen del mundialmente conocido viaje de novios o luna de miel. Si bien es cierto, que ese mes ha derivado en tan sólo unos días, dependiendo más bien del presupuesto o tiempo disponible de los novios. Eligen un lugar romántico, tranquilo, divertido, cultural… dependiendo siempre del gusto y aficiones de los novios.
Consideramos interesante y útil saber, en numerosas circunstancias, donde está el origen de los acontecimientos que de manera automántica, muchas veces, somos participes.