Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Montoro se casó el 12 octubre de 1947, el día de la Hispanidad con Luis Martínez de Irujo. Desde luego no fue el hombre deseado ni esperado ya que fue cortejada por príncipes, intelectuales, banqueros y arquitectos de medio mundo. Hasta Picasso quiso pintarla desnuda.
El gran amor de su vida fue, cuando sólo tenía 17 años, el sevillano Pepe Luis Vázquez, el mejor torero de capa. Juntos vivieron un apasionadísimo romance juvenil hasta que el duque se enteró y lo cortó radicalmente.
La boda tuvo lugar en Sevilla y la ceremonia se efectuó en el altar mayor de la catedral, por capricho expreso de la Duquesa y el poder de su padre, el duque.
Para su primera boda la Duquesa lucía un vestido de raso natural blanco con encaje de Bruselas antiguo, velo de tul y la impresionante diadema de brillantes y perlas con las que se habían casado todas las duquesas de Alba.
Acudieron a la catedral en coche de mulas enjaezadas a la calesa con borlages jerezanos.
El Palacio de Dueñas estaba plagado y repletito de rosas, geranios, claveles y jazmines y un museo iluminado por dos mil velas de cera de abeja.