Tomar la decisión de casarte de mañana o de tarde, corresponde únicamente, a un gusto personal de los novios. Muchos prefieren el día para disfrutar desde primera hora de la mañana y otros se decantan por la intimidad y el empaque que da la noche.
Si todavía no habéis tomado la decisión y tenéis algunas dudas, aquí van algunos consejos que seguro os harán inclinaros hacia uno u otro lado.
Un factor fundamental es el mes en el que te vayas a casar, en otoño e invierno el día es muy corto, una boda de tarde se convertirá, desde el principio, en una boda de noche, no contaréis con la luz del sol si queréis hacer una sesión de fotos en el exterior y además, el frío se multiplicará en esas últimas horas del día. Por el contrario, en primavera y sobre todo, en verano, el día alarga mucho más, no habrá problema de luz hasta bien entrada la tarde, además, está bien tener en cuenta el calor sofocante que puede hacer a las doce de la mañana en pleno verano, la tarde nos ofrecerá unas temperaturas más suaves.
¿Habrá muchos niños en la boda? quizás tengas que tener en cuenta que una boda de tarde, para los pequeños, es mucho más cansada.
Las bodas de mañana en general son bodas más frescas y ligeras…la luz del sol nos aporta una vida y color especial. Las mujeres irán de corto, con tonos mucho más coloridos e incluso tocados y pamelas. Si muchos de tus invitados van a viajar en el día, esta es sin duda, la fórmula más cómoda para ellos. Les permitirá asistir a tu boda y no llegar demasiado tarde a su casa, de madrugada.
Por otro lado, las bodas de tarde, se convierten en un evento al que se le presupone más lujo y glamour. Las mujeres en este caso se decantan por vestidos largos y más sobrios. La noche nos permitirá realizar juegos de luces y velas que aportan esa intimidad que requiere un evento de este tipo.
Ahora, valora y decide ¿qué es lo que más te conviene?