Cuando organizamos una boda medimos todo al milímetro pero si realmente quieres desmarcarte y hacer una boda diferente, hay un serie de detalles que te harán marcar la diferencia. Y aunque te parezca mentira, estos detalles son posteriores al día de la boda y no durante la celebración.
Uno de ellos son las postales post-boda, ¿en qué consisten? el día de la boda debes reservar un rincón de la sala de celebración, como si se tratase de una oficina de correos. Allí en una pizarra explicarás a tus invitados lo que deben hacer y al lado una serie de postales ya franqueadas y con vuestra dirección y nombre. Tus amigos y familiares podrán llevarse una y rellenarla pasados unos días. Una o dos semanas después de la boda empezareis a recibir en casa los mensajes de los invitados. Esto se convertirá en un recuerdo precioso que podréis guardar para siempre.
Si por el contrario quieres ser tú el que de las gracias a tus invitados por acompañarte el día de tu boda, puedes enviarles tú unas pequeñas cartas o postales. Esto puedes dejarlo medio preparado para que sean enviadas justo los días posteriores a la boda o esperar a volver de tu luna de miel y hacerlo tranquilamente. Tus familiares y amigos te lo agradecerán y será un bonito detalle en reconocimiento a su cariño.