No es raro ver famosas cometiendo atrocidades de estilismo a la hora de acudir a la boda de sus conocidos. Cuando las vemos por la tele, nos podemos echar las manos a la cabeza y pensar cómo pueden ir así a la gran cita. Pero aquí viene nuestro problema: puede que ellas se lo puedan permitir, pero vosotras no. Aquí vienen mis diez consejos:
- Tú no eres la protagonista. La novia va de blanco, tú no. Intentad estar alejadas de colores como el rosa lavado, que a la hora de la verdad puede confundirse con el blanco.
- Evitemos el negro. Aunque nos quede muy bien, no se ha muerto nadie.
- No estamos de carnaval. Evitemos cargar nuestro vestido de lentejuelas, volantes… etc.
- No nos sobrecarguemos de complementos, a veces menos es más.
- Cuidado con los tocados tamaño XXL, ni las grandes «ensaimadas» en la cabeza, como la princesa Leia
- El peinado. Ante la duda, evitar los tirabuzones y sobrepasarse con la plancha. Basta con alisarse el pelo.
- Sexy sí, pero sin pasarse. Ojo con llevar mucho escote o enseñar muslo en exceso, recordad que hoy no sois las protagonistas.
- Seguir las indicaciones de la invitación. No está nada mal cumplir las pautas que la novia pueda recomendar a la hora del vestido de las invitadas.
- Calzado adaptado al terreno. No es lo mismo una boda en el campo que en grava Ibicenca.
- Ya os he prohibido bastante… El consejo número diez es que disfrutéis mucho del evento.