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Ahora vamos a seguir con los complementos. Éstos se tienen que coordinar con el traje, formando una armonía en su conjunto.
El traje de cóctel o vestido de cóctel, podríamos decir que se sitúa, en elegancia, entre el traje de noche y el vestido corto. A diferencia del vestido corto, suele ser más elegante tanto en el tipo de telas elegidas como en los detalles por ejemplo la pedrería. El largo de este traje sería hasta la rodilla o incluso debajo de la misma.
Como en cualquier prenda de vestir de la mujer, los diseños y tejidos son muy variados. Los hay más sobrios con líneas ajustadas al cuerpo. Es una apuesta segura y que resulta elegante tanto en inviernos como en verano.
Un detalle de color a la hora de elegir el vestido no queda nada mal, como puede ser el amarillo, que puede encajar muy bien con un color de cabello doradito, y queda muy sexy si se le pone una florecita amarilla en la cabeza.
Los escotes hay que cuidar que sean discretos, y la espalda a ser posible tapada. Aunque a la mujer se le permiten muchas concesiones, en el vestir deberá primar el buen gusto y la elegancia.
Los complementos son parte importante para completar el conjunto, se permite el uso de joyas y bisutería, ya sea con líneas más sobrias o atrevidas. Los zapatos deberán ser de media altura preferentemente, aunque se admiten si es moda, en ese momento, los zapatos con tacón alto. Los planos no son recomendables porque no estilizan la figura, aunque si la mujer es muy alta pueden utilizarlos. Tendremos que buscar la coordinación entre los tonos de zapatos y el vestido.