Si estás preparando una boda, sabrás que hay que dar ciertos «regalillos» a vuestros invitados, que representarán la unión de vuestro matrimonio. No hablamos sólo de las típicas peladillas, hay más variedad, más clásicos y más originales.
Se suelen dar a la que los invitados se sientan a la mesa. Podemos distribuir la decoración de los asientos personalizados a cada invitado con una etiqueta con el nombre, y ahí su regalo. Otra forma es darlos cuando se vayan yendo, así además podremos hablar con ellos si no nos ha dado tiempo con el lió de gente que teníamos. agradeciéndoles su asistencia.
Como ya hemos dicho, las peladillas son un elemento clave en todo el mundo. Viene ya de varios siglos atrás, simboliza el nacimiento de una nueva pareja, y se da a los invitados como agradecimiento por haber compartido su nuevo matrimonio. Según el país y los cónyuges pueden variar.
Según la tradición hay que ofrecer 5, representando cada uno de los votos matrimoniales: la salud, la riqueza, la felicidad, la fertilidad y la longevidad. La almendra une dos sabores, el gusto amargo y el azúcar dulzón, que representan la amargura y dulzura de la vida. Lo más importante es que el número de las peladillas sea impar, representando así la unión e indivisibilidad de los enamorados.
Otros regalos pueden variar, desde bombones o chocolates con algún envoltorio divertido, u objetos personalizados como pulseras, velas o plantas. Luego, si la boda ha sido temática, pues haremos regalos acorde con el tema (si la boda es ecológica, pues cogeremos jabones y plantas bio).