La dama de honor es sin duda un gran apoyo para la novia, no sólo porque suelen ser amigas o familiares suyas, sino porque se sitúan al lado de ella durante la ceremonia, y normalmente suelen ser ellas, las que ayudan a la novia a arreglarse y están acompañándola durante los momentos previos. Tradicionalmente en España el número de damas de honor solía ser de una a tres, sin embargo, y por influencia americana, cuyas ceremonias suelen más exageradas, el número de damas de honor ha aumentado también en España, encontrándonos novias que tienen hasta 7 u 8 damas de honor.
El vestido de las damas de honor siempre suele ser conflictivo, ya que cada una tiene una constitución, una altura, etc. Una de las ideas que está extendida, y que es tradicional, es que las damas de honor no deben vestir de negro, ni hacer sombra a la novia, ya que es ésta la que tiene que destacar.
Con respecto a aspectos como si la novia debe vestir de largo o de corto, ahora no es tan relevante y dependerá en gran medida del lugar de la boda, y de si es por la mañana o por la noche. Uno de los consejos más importantes es que es estas deben guardar una armonía, o bien en el color de los trajes, o sus matices. O bien en el corte del vestido, es decir, que siempre haya algún aspecto en el cual todas coincidan.