Según el protocolo de la bodas hay dos fórmulas correctas para realizar la entrada de los novios a la iglesia.
La primera opción es que el novio espere en la puerta de la iglesia a la novia para recorrer juntos el camino hacia el altar y la segunda es que entre primero el novio del brazo de la madrina (que suele ser su madre) y posteriormente haga entrada en la iglesia la novia del brazo del padrino (que suele ser el padre de ella).
En mi opinión es muy importante hacer saber a los invitados con anterioridad cómo se va a hacer la entrada para evitar que en el caso de que tenga que entrar primero el novio y luego la novia, estén todos en la iglesia para disfrutar de este momento. Si es posible, encarga a personas de confianza que antes de que lleguéis a la iglesia, vayan comentando a los asistentes que «por deseo de los novios hay que esperarles dentro de la iglesia». Con esto evitarás que te encuentres con todos los invitados en la puerta esperándote para ver lo guapa que estás y una avalancha de besos que te pueden estropear el maquillaje y el peinado. Todo esto con lo nerviosa que estarás en este momento y en el que lo que quieres realmente es ir al lado de tu novio a casarte, ya tendrás tiempo después de saludar a todo el mundo más tranquilamente.
En este último caso, depués de la entrada de la novia con el padrino, entran tras ella los pajes y damas de honor ( en caso de que las llevara). En muchos casos se comete el error poniendo delante de la novia a los niños que portan las arras, pero como todo es cuestión de gustos.
Ah! Muy importante: La familia del novio se coloca en la parte derecha de la iglesia y la de la novia en la izquierda. Así mismo, el novio cuando entre tiene que quedar al lado derecho, llevando a la madrina de su brazo iquierdo y de igual modo la novia tiene que entrar del brazo izquierdo del padrino. Cuando salen de la iglesia se cruzan de manera que la novia sale del brazo izquierdo del novio pasando más cerca de la familia del novio y el novio por el lado de la familia de la novia. Queda claro, ¿no?