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Si te vas a casar por segunda vez, la cosa cambia si es por lo civil o por la iglesia, aquí vamos a ver las diferentes normas que hay que seguir.
En una boda civil. Para poder casarse por segunda vez por lo civil, el primer matrimonio debe estar totalmente disuelto, ya sea por muerte de uno de los contrayentes o porque se anule la primera unión. En cualquier caso, siempre hay que presentar los documentos pertinentes, ya sea el de defunción, el de divorcio o el de anulación.
Aparte de esos documentos, hay que presentar el certificado de publicación de las amonestaciones y de no oposición, también el certificado de nacimiento de los dos novios, los documentos de identidad (DNI, pasaporte o tarjeta de residente), los justificantes del domicilio y los datos personales de los testigos del nuevo matrimonio.
En cuanto al número de veces que te puedes casar por lo civil, en principio no hay ninguna restricción, así que te podrías casar 50 veces que no pasaría nada.
La cosa cambia en una boda religiosa, se vuelve algo más complicado, sobre todo para los católicos. Esto es porque la Iglesia católica considera el matrimonio religioso como uno de los sacramentos indisolubles. No reconoce el divorcio, así que si ya te has casado por la Iglesia, sólo podréis realizar una bendición de alianzas, que es una ceremonia más corta que no es un sacramento.
En ocasiones, la Iglesia puede estudiar tu caso y decidir anular tu primer matrimonio, si considera que el sacramento no ha sido válido. Si esto fuera cierto, sí que podríamos optar a una boda religiosa. En el caso de no haber recibido nunca una boda de forma religiosa, se tendrá derecho a una misa clásica y al sacramento. En caso de viudedad, la Iglesia permite una boda religiosa para las segundas nupcias.