¡Que no falte un photobooth!

Si queréis que en vuestra boda no falten momentos de diversión y de locura os recomendamos que preparéis una sesión de photobooth con la que vuestros invitados pierdan toda la vergüenza.

Hay varias cosas que podrían considerarse vitales en toda boda que se precie. Una de ellas es, sin duda, el photobooth, ‘smile booth’, fotomatón o como queráis llamarle. Es decir, una cámara, un fondo y muchos, muchísimos, complementos. Se ha convertido en un must no sólo en las bodas, sino en todo tipo de celebraciones.

A la hora de contratar a vuestro fotógrafo, preguntad por este servicio, pues suele salir bastante bien de precio y sus resultados son excelentes. Las fotos que acostumbran a salir de un photobooth son tremendamente divertidas y, además, añaden un punto más desenfrenado y loco a vuestro álbum fotográfico (si decidís incluir alguna en él).

Hay dos tipos de photobooth. Uno es aquel en el que el fotógrafo hace físicamente las fotos y otro es aquel en donde la cámara está en un trípode y vosotros, mediante un disparador, hacéis las fotos mientras veis como quedan en un monitor. Éste ultimo suele ser bastante más divertido porque da más pie a que la gente haga el ganso delante de la cámara.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *