Cuando nos invitan a una boda y vemos la fecha, nuestra cabeza genera las pautas a seguir. Corto de día, largo de noche. El invierno nos permite seguir estas reglas a rajatabla pero cuando pensamos en el verano la cosa se complica. Un vestido largo nos puede suponer pasar un calor insoportable que nos hará bastante desagradable la velada.
No hay problema, piensa en tejidos frescos y aberturas en espalda, escote o incluso pierna, sin llegar a ser algo extremo. Olvídate de los paillettes, el brilli-brilli y las lentejuelas. Los estampados pueden ser unos buenos aliados en verano, eso sí, el print animal debes descartarlo.
Este año están muy de moda los pantalones anchos de sedas naturales o tejidos similares que son muy frescos, junto con una blusa y un maxi cinturón tendras un look totalmente tendencia este verano. El secreto es romper con los colores, no seas monocromático, la mezcla de colores es lo que se lleva. ¿Y un mono? otra tendencia de este verano, es cómodo y resulta muy elegante.
Como últimos consejos para combatir el calor recuerda que el peinado puede ser un buen aliado. Un recogido en trenza o coleta es juvenil y cómodo y por supuesto, no te olvides de llevar un buen abanico.