La Iglesia Católica Apostólica Romana es la iglesia cristiana más grande de todo el mundo, superando actualmente los 1.000 millones de personas.
En España predominan este tipo de bodas, y en casi toda Sudamérica y la zona del Caribe.
El matrimonio aquí es un pacto mediante el cual el varón y la mujer constituyen entre sí un nexo de unión vitalicio, es decir, para toda la vida.
Históricamente los matrimonios entre católicos y no católicos eran vistos como «matrimonios mixtos» y contaban con la oposición de la Iglesia. Se consideraba una degradación de lo «sagrado» del matrimonio. A lo largo del siglo XX esto se ha ido relajando hasta apenas importar en absoluto.
Se celebran normalmente los sábados en horas diurnas. Normalmente no se deberán celebrar en domingo ni fechas señaladas como festividades religiosas importantes, como puede ser la Semana Santa o la Navidad.
Estas bodas cumplen tres aspectos claves: los votos, la entrega de anillos y el beso con la bendición nupcial, que son a su vez los momentos más emotivos de toda la ceremonia. En los votos se juran y prometen amor eterno.
Los lugares elegidos para realizar la ceremonia pueden ser muy variados. Desde una pequeña capilla, una parroquia de barrio, hasta una gran catedral (normalmente todo donde resida la novia).