Los ‘macarons’ representan el chic gastronómico venido desde el mismísimo corazón de París por eso se han convertido en un artículo de lujo.
Pequeñas delicias, clásicas, sencillas y exquisitas; elaboradas a base de almendra, ganache y azúcar, en una variedad infinita de sabores y colores que los convierten en el postre ideal tanto para el paladar como para la vista.
Sabores como la vainilla, moka, ron han incrementado la popularidad de estas pequeñas y delicadas galletas llevándolas a viajar por todo el mundo. Por eso hoy en día se han hecho hueco en confiterías y pastelerías de ciudades como Nueva York, Londres o Madrid.
La última tendencia en postres para bodas: las torres de macarons, una exclusiva y sorprendente alternativa al clásico pastel de bodas, de costra crujiente e interior cremoso… solo de pensar en ellos ya se me hace la boca agua.