Hace ya 51 años que se casaron, y fue una de las bodas más importantes de la nobleza de toda Europa. Todo empezó en 1954, cuando la reina de Grecia Federica, organizó un importante crucero en el Yate Agameón para que varios jóvenes de la nobleza se conocieran entre sí, todos ellos miembros de varias casas reales de toda Europa. Allí se produjo el primer contacto entre Sofía de Grecia, que tenía solo 15 años, y Juan Carlos, con 16. Pero eso fue sólo el principio.
Nuestro actual rey se movía en un ambiente de familias italianas, mientras que Sofía lo hacía en un ambiente más nórdico, tanto que había interés en prometerla con Harald de Noruega. Pero el destino no quiso este último enlace, y resulta que los condes de Barcelona se llevaban muy bien con los reyes griegos, a los que solían invitar al palacete de verano en la isla de Corfú.
Pues bien, nuestros actuales reyes coincidieron en la boda de los duques de Kent en el año 1961, en la conocida abadía de Yorkminster. Resulta que fueron pareja de baile en la celebración post nupcial. EN la boda de los Kent, además, a Sofía se le nombró a Juan Carlos como caballero acompañante.