Entre los destinos nacionales a la hora de hacer un viaje de boda, Barcelona se encuentra entre los más atractivos. No es casualidad que estemos ante una de las capitales del turismo mundial. Playa, monumentos, comida… no importa qué clase de turismo te gusta, porque estamos en uno de esos casos en los que todos salen contentos.
Por supuesto, todo el legado de Gaudí, dese la Sagrada Familia al Parque Güell es de visita obligada. Sin embargo, queremos hablar hoy de uno de los barrios que están más en boca de todos desde hace unos años. Se trata del Raval.
Lo que en su día fuese el Barrio Chino de Barcelona ha experimentado un gran auge en los últimos años. Beneficiándose de su multiculturalidad han ido surgiendo todo tipo de restaurantes internacionales, a cuya sombra han aparecido tiendas de tendencias, boutiques exclusivas, locales nocturnos, y toda una oferta de ocio y compras de lo más interesante.
Y todo en una zona histórica, edificada en su día justo al otro lado de la muralla de la ciudad original. Allí mismo encontramos el Museo de Arte Contemporáneo, mercados de comida como el de La Boquería, el Palacio Güell (otro legado de Gaudí, claro), o las Iglesias de San Pablo del Campo o San Agustín.
Por supuesto, de visita obligada es también el gran símbolo del Raval, la estatua de el Gato del Raval, creación del popular artista colombiano Fernando Botero.
Por último, en la Plaza del Pedró encontramos la fuente de Santa Eulalia, que data del siglo XVII y es el monumento más antiguo de la ciudad de Barcelona.
¿Alojamiento para una pareja recién casada? Podéis contar con el hotel Raval de la cadena Barceló. Encontraréis vistas panorámicas de la ciudad, solarium, piscina, gimnasio, oferta gastronómica… y todo junto a las mismísimas Ramblas, en una inmejorable localización, que permite desplazarse en metro o incluso andando a otras zonas turísticas de la Ciudad Condal.